Reforma al artículo 24, significa un retroceso en la vida de México.

Dip. Carlos Avendaño Nagaya

-       El diputado panista Carlos Avendaño Nagaya, consideró que dicha reforma busca en realidad el reemplazo de la educación laica por instrucción religiosa en las escuelas públicas.

Daniel Pérez Aguilar.

Tuxtla Gutiérrez.

Tras la intención del Congreso de la Unión, de reformar el artículo 24 de la Constitución Política de México, que alude al tema de la religión católica en los centros educativos, el diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Carlos Enrique Avendaño Nagaya, se pronuncio en contra de la aprobación a las modificaciones a dicho artículo.

El artículo 24, establece que: “Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”.

Por lo que consideró que de darse dicha aprobación por el senado de la República, esto significaría un retroceso histórico en la democracia de México.

Avendaño Nagoya señaló que lo que se pretende con dicha reforma es usarla como punta de lanza para modificar los artículos de nuestra Constitución, que son pilares de un Estado Laico, por ello se busca insertar la expresión “libertad de religión” en el texto del artículo 24, pero no para ampliar las libertades.

“Lo que realmente se busca es exigir al amparo de ella el establecimiento de privilegios clericales principalmente, el reemplazo de la educación laica por instrucción religiosa en las escuelas públicas y el control de medios masivos de comunicación; y eso no lo vamos a permitir”, expresó.

Por ello, el legislador panista reiteró que la implantación de la educación religiosa en las escuelas públicas ocasionará que los niños y adolescentes que profesan una fe distinta a la católica sean víctimas de actos de intolerancia y discriminación, lo que incrementaría la deserción escolar y un factor de división entre los alumnos que profesan distintos credos.

“Esto significaría vivir en un Estado confesional, donde se aplicaría el concepto de mayoría y se violarían los derechos de los demás”.

Finalmente, exigió a los que pretenden frenar el crecimiento del evangelio por medio de la formación académica a través de la educación católica en la escuela pública, que el cambio aprobado a finales de diciembre por la Cámara de Diputados sea rechazado por el Senado y que se declare constitucionalmente a México como Estado laico.