Valls, respetuoso de los tiempos y resultados de auscultación de la Unach.
Autor: EnSUMA »10:55:00 p.m. »2 Comentarios
- “A los aspirantes a asumir la rectoría de la máxima casa de estudios de Chiapas, únicamente les resta esperar y ser respetuosos de los tiempos y de las formas”, Jaime Valls.
Daniel Pérez Aguilar.
Tras haber presentado en tiempo y forma su proyecto de intención para participar en el proceso de renovación de la rectoría de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), el aún presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Jaime Valls Esponda, señaló que se encuentra en espera de los resultados de la auscultación que terminó hace algunos días.
Valls Esponda, indicó que una vez entregado los documentos de intención; en este momento, a los aspirantes a asumir la rectoría de la máxima casa de estudios de Chiapas, únicamente les resta esperar y ser respetuosos de los tiempos y de las formas.
“Nosotros ya presentamos en el tiempo el proyecto y estamos en espera; se dio el proceso de auscultación pero el resultado tampoco lo sé cuando se dará a conocer, porque es algo que dará a conocer la Honorable Junta de Gobierno de la Unach”, expresó.
Lo anterior, precisa que la espera es inminente hasta que el nombre del nuevo rector sea revelado, la primera semana de diciembre, cuando el actual rector de la Unach, Ángel René Estrada Arévalo, rinda su último informe de actividades.
Es importante mencionar que la Honorable Junta de Gobierno de la Unach, está conformada por cinco integrantes, el presidente en turno, Hilario Laguna Caballero, el secretario permanente, Joel Ruiz Martínez y tres integrantes: Jorge Fernando Ordaz Ruiz, Armando Montoya Cameras y Joaquín Ballinas Álvarez, quienes una vez concluido el periodo señalado en las bases de la convocatoria, analizarán las propuestas y posteriormente designarán al rector para el período 2010-2014.
Finalmente, es importante mencionar que únicamente participaron en el proceso de auscultación, aquellos que reunieron los requisitos de la Ley Orgánica Universitaria para ocupar el cargo de Rector para ese período.
Categories: gobierno
Jaime Valls, no cuenta ni con treinta segundos de trayectoria en la docencia universitaria
ResponderBorrarDecía José Saramago que democracia y demagogia son hermanas gemelas de la política violada por el poder. Cuando leí esta sentencia en el blog del gran escritor lusitano (qepd) no la entendí. Hoy, gracias a la luminosa clase política chiapaneca, he logrado asimilar esa pecaminosa metáfora.
La luz del entendimiento provino de la academia –como suele suceder en el estrato finamente educado de una sociedad–, en este caso de lo más selecto de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
Desde hace varias semanas he visto en la prensa chiapaneca los característicos desplegados prianistas “celebrando” una sabiduría oculta que propone a un malandrín para rector de la UNACH.
Ese pintoresco personaje es nada menos que Jaime Valls, hijo de un cuestionable politiquillo como lo es Sergio Valls Hernández, en mala hora magistrado de la vilipendiada Suprema Corte de Justicia y presidente del Consejo de la Judicatura. Jaime, no cuenta ni con treinta segundos de trayectoria en la docencia universitaria en ningún estado de la República. Su único mérito es ser, hasta ahora, alcalde de Tuxtla Gutiérrez, donde su mayor blasón es la opacidad en el ejercicio de recursos y su genuflexión ante el virrey en turno.
Jaimito, con la premisa de que la ignorancia es la madre de la audacia, se aventó la puntada de autocalificarse como “analista político” en uno de los canales de TV Azteca, al que le ha pagado millonadas en el último año, por lo menos, para que Hannia Novell, en su noticiario del canal 40, le permita decir algunas perogrulladas dignas de Brozo.
Pero como digo, en esta oscuridad la luz provino de la propia comunidad universitaria. Cuando los horrorosos integrantes (perdonen los adjetivos) del Consejo Universitario llegó a Comitán, en su periplo por los diferentes planteles en el estado para sumar cargadas abyectas que saquean el presupuesto educacional, nunca se imaginaron que entre los “cositías” pudiera surgir un hombre de polendas.
Jesús Alfonso Ramírez Aguilar, contador público con diez años de impartir cátedra en la facultad de Contaduría y Administración, maestro en Derecho Fiscal y terminando su doctorado en derecho público, dijo: “Yo también quiero”.
Los miembros del Consejo Universitario quedaron estupefactos, anonadados. En su insolente soberbia nunca imaginaron que alguien tuviera las agallas para decirles: “No, señores, la UNACH no acepta el pisoteo de la inteligencia ni de la democracia, aquí estoy para impedirlo”. No sé el porqué, pero recordé a Belisario Domínguez.
Más sorprendente aún, tiene proyecto de gestión, algo ajeno en el hijo de papi. Confió a este medio que su plan, de ganar en elecciones limpias, descansa en tres ejes:
-Investigación y educación de calidad.
-Respeto pleno a los derechos de alumnos y profesores.
- Reestructurar la infraestructura, lo que significa dejar las aulas tradicionales y adoptar las nuevas tecnologías.
Simples, pero son ideas profundas, de gran impacto para el Chiapas de ayer y de mañana, coincidimos reportero y académico.
También le interesa crear un capital intelectual con experiencias en clínicas, impulsar las incubadoras empresa-escuela; autofinanciamiento y transparencia.
Puntualizó que la UNACH no debe ser rehén de nadie.
De inmediato vino la represión. Sucede que Jesús Alfonso Ramírez Aguilar tiene un hermano incómodo, que por pura casualidad es el actual presidente municipal de Comitán. “¡Qué pasa con tu hermano!”, le gritaron desde Tuxtla al alcalde comiteco. “¡Uta, no sé, ni siquiera me habla desde que soy Presidente!”, atinó a responder el edil.
Entonces, allí está la elección para los universitarios: democracia o demagogia. Sólo ellos decidirán. Depende mucho de la decisión que tomen. Un Chiapas diferente o las mismas de siempre.
Jaime Valls, no cuenta ni con treinta segundos de trayectoria en la docencia universitaria
ResponderBorrarDecía José Saramago que democracia y demagogia son hermanas gemelas de la política violada por el poder. Cuando leí esta sentencia en el blog del gran escritor lusitano (qepd) no la entendí. Hoy, gracias a la luminosa clase política chiapaneca, he logrado asimilar esa pecaminosa metáfora.
La luz del entendimiento provino de la academia –como suele suceder en el estrato finamente educado de una sociedad–, en este caso de lo más selecto de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
Desde hace varias semanas he visto en la prensa chiapaneca los característicos desplegados prianistas “celebrando” una sabiduría oculta que propone a un malandrín para rector de la UNACH.
Ese pintoresco personaje es nada menos que Jaime Valls, hijo de un cuestionable politiquillo como lo es Sergio Valls Hernández, en mala hora magistrado de la vilipendiada Suprema Corte de Justicia y presidente del Consejo de la Judicatura. Jaime, no cuenta ni con treinta segundos de trayectoria en la docencia universitaria en ningún estado de la República. Su único mérito es ser, hasta ahora, alcalde de Tuxtla Gutiérrez, donde su mayor blasón es la opacidad en el ejercicio de recursos y su genuflexión ante el virrey en turno.
Jaimito, con la premisa de que la ignorancia es la madre de la audacia, se aventó la puntada de autocalificarse como “analista político” en uno de los canales de TV Azteca, al que le ha pagado millonadas en el último año, por lo menos, para que Hannia Novell, en su noticiario del canal 40, le permita decir algunas perogrulladas dignas de Brozo.
Pero como digo, en esta oscuridad la luz provino de la propia comunidad universitaria. Cuando los horrorosos integrantes (perdonen los adjetivos) del Consejo Universitario llegó a Comitán, en su periplo por los diferentes planteles en el estado para sumar cargadas abyectas que saquean el presupuesto educacional, nunca se imaginaron que entre los “cositías” pudiera surgir un hombre de polendas.
Jesús Alfonso Ramírez Aguilar, contador público con diez años de impartir cátedra en la facultad de Contaduría y Administración, maestro en Derecho Fiscal y terminando su doctorado en derecho público, dijo: “Yo también quiero”.
Los miembros del Consejo Universitario quedaron estupefactos, anonadados. En su insolente soberbia nunca imaginaron que alguien tuviera las agallas para decirles: “No, señores, la UNACH no acepta el pisoteo de la inteligencia ni de la democracia, aquí estoy para impedirlo”. No sé el porqué, pero recordé a Belisario Domínguez.
Más sorprendente aún, tiene proyecto de gestión, algo ajeno en el hijo de papi. Confió a este medio que su plan, de ganar en elecciones limpias, descansa en tres ejes:
-Investigación y educación de calidad.
-Respeto pleno a los derechos de alumnos y profesores.
- Reestructurar la infraestructura, lo que significa dejar las aulas tradicionales y adoptar las nuevas tecnologías.
Simples, pero son ideas profundas, de gran impacto para el Chiapas de ayer y de mañana, coincidimos reportero y académico.
También le interesa crear un capital intelectual con experiencias en clínicas, impulsar las incubadoras empresa-escuela; autofinanciamiento y transparencia.
Puntualizó que la UNACH no debe ser rehén de nadie.
De inmediato vino la represión. Sucede que Jesús Alfonso Ramírez Aguilar tiene un hermano incómodo, que por pura casualidad es el actual presidente municipal de Comitán. “¡Qué pasa con tu hermano!”, le gritaron desde Tuxtla al alcalde comiteco. “¡Uta, no sé, ni siquiera me habla desde que soy Presidente!”, atinó a responder el edil.
Entonces, allí está la elección para los universitarios: democracia o demagogia. Sólo ellos decidirán. Depende mucho de la decisión que tomen. Un Chiapas diferente o las mismas de siempre.